

Por Esmirna Gómez
San Cristóbal, R.D. – En un hecho sin precedentes y cargado de profunda significación espiritual, la Catedral Nuestra Señora de la Consolación vivió este miércoles una jornada histórica al celebrar, por primera vez en 98 años, la solemne Misa Crismal en su templo.
El acto litúrgico fue presidido por Monseñor Faustino Burgos, obispo de la Diócesis de Baní, en un ambiente de fe y comunión que reunió a más de ochocientas personas, entre fieles, religiosos y sacerdotes de diversas comunidades. La celebración también marcó un importante momento de gracia al administrarse más de quinientas comuniones, signo vivo de una Iglesia que se fortalece en el encuentro con Cristo Eucaristía.
La Misa Crismal, donde se consagran los santos óleos y los sacerdotes renuevan sus promesas, es una de las liturgias más significativas del año. El hecho de que, por primera vez en casi un siglo, esta celebración se haya realizado en esta parroquia de San Cristóbal es motivo de júbilo y esperanza para toda la diócesis.

«Gracias damos a Dios que nos acompaña y fortalece», expresó emocionada la comunidad al finalizar la misa, reconociendo el valor espiritual y pastoral de este acontecimiento que quedará grabado en la memoria de todos los presentes.