

Por Esmirna Gómez
Los Mina, SDE – En una noche llena de luz, fervor y profunda espiritualidad, la comunidad de la Parroquia San Vicente de Paúl celebró con gran solemnidad la Vigilia Pascual, considerada la celebración más importante del calendario cristiano, al conmemorar la resurrección gloriosa de Jesucristo.
La celebración inició con la bendición del fuego nuevo y la iluminación del cirio pascual, símbolo de Cristo resucitado, seguido del solemne «Pregón Pascual», que narra el recorrido de la salvación desde la creación hasta la victoria de Jesús sobre la muerte.
Durante su homilía, el párroco Pelagio Tavera destacó el sentido profundo de esta celebración: “Hoy recordamos que en el Antiguo Testamento Dios hablaba a través de Patriarcas y profetas, pero en el Nuevo lo hace por medio de los Apóstoles. Celebrar la Pascua es dejar atrás las viejas prácticas y caminar como hombres y mujeres nuevos, con una vida renovada en el Espíritu”.

Basándose en la carta de San Pablo a los romanos, el padre Tavera recordó que “al ser bautizados en Cristo, fuimos también sepultados con Él en su muerte, para resucitar con Él a una vida nueva”. Añadió que vivir la Pascua es comprometerse a una transformación auténtica, dejando atrás lo viejo para abrazar la vida que nos ofrece el Resucitado.
El sacerdote también hizo mención del valor de las mujeres que siguieron a Jesús, quienes, pese al temor y la incertidumbre, fueron las primeras en presenciar la resurrección: “El que es valiente, fiel y persevera, es el que ve al Señor”, expresó.

La celebración continuó con la Liturgia Bautismal, la bendición del agua y la renovación de las promesas bautismales. Posteriormente, se llevó a cabo la Santa Eucaristía, concelebrada por el padre Encarnación Miguel y presidida por el padre Tavera. Los cánticos de «Aleluya» resonaron con fuerza entre los feligreses, quienes se unieron en un ambiente de fiesta y alegría espiritual.
“La resurrección de Cristo no solo cumple las promesas divinas, sino que nos recuerda que nosotros también resucitaremos al final de los tiempos”, afirmó el padre Pelagio, subrayando que esta esperanza no es solo para los cristianos, sino para toda la humanidad.
La Vigilia Pascual, al permanecer «en vela», conmemora también aquel momento bíblico en que las mujeres fueron al sepulcro al amanecer y lo encontraron vacío. “No está aquí. Ha resucitado”, les dijo el ángel, anunciando la buena nueva que cambiaría el curso de la historia (Mateo 28:6).

Con gratitud y gozo, la comunidad celebró la victoria de la luz sobre las tinieblas, renovando su fe en la promesa de vida eterna y en la misericordia infinita de Dios.