

Por Orlando Pimentel.-
Hay noches en que la radio no solo transmite música… transmite vida. Así fue el Lunes del Recuerdo en tropicalnewyork.net, donde los boleros tomaron el alma por sorpresa, removiendo capas de sentimientos que creíamos dormidos.
La emisora de los grandes clásicos volvió a demostrar que, cuando la música es verdadera, no conoce de calendarios ni de modas. Esta vez, el protagonista fue el bolero: ese género capaz de arrancar una lágrima, dibujar una sonrisa y dejar en el aire un suspiro que parece no terminar. Cada acorde y cada verso fueron como abrir un viejo baúl lleno de cartas amarillentas, fotos en blanco y negro, perfumes olvidados y promesas que aún huelen a eternidad.
Y ahí estuvo Manny Valenzuela, abriendo con maestría un portal sonoro que nos llevó directo a salones de baile iluminados por faroles, a noches de serenatas bajo balcones, a esos instantes en que el amor se declaraba con una guitarra temblorosa y una voz que lo decía todo.
Esta vez, no solo escuchamos música… estábamos removiendo sentimientos que estaban guardados. Manny logró mover los míos cuando puso un tema de Palito Ortega que me dio justo donde duele: ahí donde el corazón guarda la mezcla perfecta de alegría y tristeza. Fue ese golpe suave que solo el bolero sabe dar, un abrazo que aprieta fuerte mientras nos deja llorar y reír al mismo tiempo.
La audiencia se hizo parte de este viaje:
Marisol Mateo expresó: «Waoooooooo, hermosa canción.» Xilander dejó escapar su sentir en un breve pero profundo comentario. Tania argumentó con emoción lo que la música le despertaba. Alberto Montaño comentó: «Estamos por aquí disfrutando de esa magistral programación.» Vicente Paulino describió: «Esa canción es como una brisa suave repentina en medio del cálido verano. Tremendo batazo ese tema, brother, imparable.» Betania dijo: «Ay santo Dios, con qué me reciben!! Me encanta esa canción con lindos recuerdos.» Raúl Morata se dejó sentir al decir: «Eeeesoooo, carreteeooo.»
Hubo lágrimas que cayeron en silencio, risas que escaparon entre versos y recuerdos que, como viejos amigos, regresaron a abrazarnos. Hubo quienes cerraron los ojos para volver a ver aquel primer baile, aquel beso robado, aquella despedida en la estación.
El Lunes del Recuerdo de Tropical New York no es solo un programa radial: es un refugio, un espejo y un puente al pasado. Y hoy, gracias a los boleros y a la sensibilidad de Manny Valenzuela, comprobamos que la música tiene el poder de abrir puertas que creíamos cerradas… y que del otro lado siempre nos esperan las historias que nos hicieron ser quienes somos.