
Desde la caída del régimen trujillista, las casas de los presidentes dominicanos han seguido trayectorias diversas; mientras algunas han pasado a la posteridad, otras no resistieron al paso del tiempo y el olvido.
Las casas no solo albergan la vida privada de quienes dirigen el destino de un país, sino que se terminan convirtiendo en lugares clave para la dinámica nacional donde ocurren reuniones de alto nivel, recepciones oficiales y otras actividades propias de la investidura presidencial.
Juan Bosch
Al mencionar a Juan Bosch se hace referencia a uno de las figuras más importantes de la historia democrática del país; durante su vida se destacó en áreas como la literatura y la pedagogía, sin mencionar que fue el fundador de dos partidos que durante décadas ostentaron el poder y del que se desprenden las principales organizaciones políticas de la actualidad.
Su mandato, del 27 de febrero al 25 de septiembre de 1963, duró apenas siete meses debido a un golpe de Estado. No obstante, su breve paso por el poder dejó una huella profunda, y sus ideas continúan vigentes en la memoria nacional.
Bosch tuvo al menos tres viviendas en la capital, en zonas de clase media y media alta, pero a pesar de su trascendencia para la historia, sus casas han pasado al olvido, en su mayoría.
Luego de 23 años en el exilio, en octubre de 1961 Bosch llegó a la casa de su familia, ubicada en el número 11 de la calle Polvorín, Distrito Nacional. La vivienda se mantiene en buen estado, tras cerca de ocho décadas en pie. La estructura está pintada de amarillo con detalles marrones y se mantiene prácticamente sin cambios.
La acogedora y pintoresca vivienda tiene paredes de madera y techo de zinc, y hace contraste con los edificios de negocios o residenciales que se han erigido en estos 70.8 metros de pavimento.
En el año 1971, Bosch se mudó a una casa en el kilómetro 7 ½ de la carretera Sánchez, en la que residió hasta 1989. Desafortunadamente, esta residencia pasó al olvido y se convirtió en una ferretería que opera en la actualidad.
Además de esta se cuenta otra vivienda en la Lope de Vega que no se mantiene y una que sí funciona como un condominio en la calle César Nicolás Penson número 60.
La última residencia conocida del expresidente se encontraba en la calle Paseo de los Locutores, número 43. Hoy, ese espacio ha sido reemplazado por una de las muchas torres residenciales que configuran el paisaje urbano de Santo Domingo.
Transitar por esa calle no ofrece indicios de que allí vivió, hasta hace poco más de dos décadas, una de las personalidades más influyentes de la política dominicana.
La Fundación Juan Bosch explicó a Diario Libre que tienen en proyecto hacer una casa-museo en honor al expresidente. La iniciativa está en fase de diseño.
Joaquín Balaguer
Durante 24 años en la Presidencia —en distintos períodos— Joaquín Balaguer, líder histórico del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), acumuló un patrimonio que aún genera controversia. Lo que sí está documentado es la cantidad de propiedades que poseía.
A finales del siglo XX, la vivienda ubicada en la avenida Máximo Gómez número 25 era percibida como una prolongación del poder del también llamado “el Hombre Indispensable”.
Esta residencia, en el Distrito Nacional, está dividida en dos partes. Una, con salida a la avenida Máximo Gómez, que fue donada a la Liga Dominicana Contra el Cáncer en 1998. La otra, con entrada por la calle Mahatma Gandhi, alberga actualmente la Fundación Joaquín Balaguer, que se mantiene intacta con las pertenencias del líder político.
Esta casa se construyó en 1966, con un préstamo del Banco Agrícola que terminó de pagarse en 1969.
Al recorrer sus pasillos se percibe el peso histórico del lugar. Aquí se celebraron reuniones y se tomaron decisiones que marcaron el rumbo del país. Se conservan muebles, libros, prendas y objetos personales del expresidente.
Las paredes están llenas de reconocimientos y placas que rinden homenaje a su legado político y cultural. Entre algunas de las figuras que fueron recibidas en esta residencia se destacan el expresidente de Cuba, Fidel Castro, y el rey Juan Carlos I de España.
Más allá de su función institucional, esta vivienda se convirtió en un espacio de proximidad con la ciudadanía. Aún se recuerdan las multitudinarias hileras en las calles por motivo de las felicitaciones de Año Nuevo y los Días de Reyes.
En Santiago, su ciudad natal, Balaguer también tenía otras propiedades, pero ninguna recibió el mismo trato patrimonial que la sede capitalina. La casa familiar de la avenida Máximo Gómez número 51 es sinónimo de abandono, deterioro y arrabalización, atrapada entre el recuerdo y el olvido.
En 2019, la vivienda sufrió un incendio que fue sofocado en cuestión de horas, aunque su estado estructural revela que nunca fue restaurada. La vegetación ha invadido el lugar, la pintura se desprende y las maderas apenas se sostienen.
Esta casa fue donada por la familia Balaguer a la Arquidiócesis de Santiago, el 17 de enero de 1997, pero se desconocen los proyectos o planes para la propiedad.
Antonio Guzmán
El presidente Antonio Guzmán fue el 59.º mandatario del país. Gobernó entre 1978 y 1982, y a su gestión se le atribuyen importantes conquistas como la amnistía a los presos políticos, el retorno de los exiliados por motivos ideológicos, el descongelamiento del salario mínimo —fijado en 60 pesos desde hacía más de 12 años— y la nacionalización de la mina de oro La Rosario, en Pueblo Viejo, Cotuí.
Su memoria forma parte del legado político del Partido Revolucionario Dominicano, aunque es más recordado por haberse quitado la vida en el baño de su despacho en el Palacio Nacional, 43 días antes de que concluyera su mandato constitucional.
De su vivienda se conocen pocos detalles, pero se sabe que la casa donde residió como presidente era alquilada. Posteriormente, cuando la familia la desocupó, fue demolida para dar paso a la construcción de la Torre del Sol, en el sector La Julia, Distrito Nacional.
Salvador Jorge Blanco
Presidente entre 1982 y 1986, Salvador Jorge Blanco gobernó en medio de una severa crisis económica y financiera.
Su residencia estaba ubicada en la calle Cub Scout, número 28, en el ensanche Naco. Hoy, al pasar por el lugar —cercano a la entrada del barrio La Yuca— no hay señales visibles de que allí vivió un jefe de Estado.
Tras su fallecimiento el 26 de diciembre de 2010 —y el de su esposa tres años antes— sus hijos decidieron vender la propiedad. En su lugar hoy se erige parte del complejo residencial Torres Crystal, ubicado en la calle Juan XXIII.
La casa del presidente y los exmandatarios con vida
Hoy, viven en el país las cuatro figuras que han ocupado la Presidencia en las últimas tres décadas, y sus viviendas —cada una con particularidades— reflejan parte de su carácter y estilo de liderazgo.
Todos viven en zonas de clase alta, dos de ellos en apartamentos y los otros en casas individuales con difícil acceso.
Leonel Fernández, presidente en tres períodos (1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012), ha mantenido una vida privada discreta. Su apartamento más conocido está en una torre del sector La Esperilla, aunque su vínculo con ese espacio ha sido más residencial que político.
Las actividades oficiales o de relevancia pública relacionadas con su casa han sido escasas, por no decir inexistentes, pues muchas de sus actividades se canalizan a través de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), que sigue siendo un centro de referencia intelectual y político.
En su última declaración jurada (2013), el exmandatario figuraba con una propiedad en la calle Presidente González, ensanche Naco.
La residencia de Hipólito Mejía (2000-2004), en el sector La Julia, es conocida por su estilo clásico y su cercanía con la ciudadanía. Está ubicada cerca del Archivo General de la Nación y ha sido escenario de múltiples eventos.
Periodistas que cubrían el Palacio Nacional en su época presidencial recuerdan cómo debían llegar desde temprano (a las 7:00 de la mañana) al hogar del entonces mandatario para seguir sus declaraciones y todas sus actividades oficiales del día.
Uno de los episodios recientes más relevantes en esa residencia fue la reunión del 10 de julio pasado con el actual presidente Luis Abinader, en el contexto de las discusiones en el Consejo Económico y Social (CES) de la crisis migratoria haitiana.
En esta actividad el mandatario abrió las puertas de su casa a la prensa y mostró sus principales lugares. Es una vivienda de gran tamaño, techos altos y que guarda su estilo clásico en el interior.
Mucho del mobiliario es de madera preciosa y las paredes están llenas de obras de arte, retratos y reconocimientos.
Una de las zonas que más conmovió al dirigente político durante el recorrido fue cuando mostró la habitación de su difunta esposa, doña Rosa Gómez de Mejía. Explicó que este espacio se conserva sin alteraciones desde 2022.
En la habitación se observó una pequeña sala con muebles y una televisión, además de que las paredes están adornadas con arte sacro, demostrando la devoción religiosa de su compañera de vida.
También se sabe que Mejía poseía una finca en Gurabo (su pueblo natal) y otra en Jarabacoa. En 2007 se informó que esta vivienda sería convertida en una villa campestre, pero se desconoce sobre la ejecución de este proyecto.
Danilo Medina ha sido reservado respecto a su vivienda. Durante sus dos mandatos (2012-2020), no se registraron eventos significativos vinculados a su hogar, aunque al igual que las residencias de otros expresidentes, cuenta con altos niveles de seguridad.
Uno de los pocos momentos de exposición pública de su vivienda ocurrió previo a la pandemia, durante los cacerolazos que siguieron a la suspensión de las elecciones municipales de 2020, tras el fallo del voto automatizado.
El expresidente, conocido por su puntualidad, llegó a su residencia en medio de esas protestas, momento que motivó las manifestaciones y provocó un aumento notable en las medidas de seguridad que retrataron los medios en su momento.
Su casa está ubicada en la avenida Enriquillo, del sector Los Cacicazgos del Distrito Nacional.
El actual mandatario, Luis Abinader, reside en el sector La Julia. Se trasladó allí en diciembre de 2020 junto con su familia, a una casa fruto de la fusión de dos propiedades contiguas. Esta residencia refleja un modelo más moderno.
La vivienda del mandatario ha sido más mediática que la de su antecesor, aunque con muy pocas diferencias. Desde allí, el presidente ha encabezado actos públicos, como la ceremonia de apertura del X Censo Nacional de Población y Vivienda, el 10 de noviembre de 2022.
La vivienda está respaldada por una alta seguridad. Sus vecinos conviven con el protocolo, las caravanas y el sonido de la avanzada presidencial.
El Congreso busca crear una casa-museo para los expresidentes
La Cámara de Diputados estudia un proyecto de ley que propone la creación de la Casa-Museo de los Expresidentes Constitucionales, una institución cultural y educativa destinada a preservar, exhibir y difundir el legado histórico de quienes han ostentado la primera magistratura del Estado.
La iniciativa, sometida por el diputado Luis Faustino Ogando, de la provincia Elías Piña, plantea que el museo dependa del Ministerio de Cultura y del Ministerio de Turismo, con la coordinación del Archivo General de la Nación.
- Entre sus objetivos destacan la preservación de documentos, objetos personales, fotografías, discursos y otros elementos históricos, así como la promoción del turismo cultural y la educación cívica.
- El proyecto fue depositado el 17 de junio de 2025 y el 25 de ese mes fue enviado a la Comisión de Cultura. En la próxima legislatura, que se inicia el 16 de agosto, deberá rendirse un informe para ser votado en el pleno y que pase al Senado de la República.