

Por Esmirna Gomez.-
Santo Domingo Este.-Con gran jubiló y alegría nuestra parroquia San Vicente de Paúl festeja el día de su Santo Patrón dando finalizada sus fiestas Patronales. La Eucaristía estuvo presidida por Monseñor Faustino Burgos Brisma, Obispo de Bani. Un evento que ha dejado una profunda huella en la comunidad de la Parroquia San Vicente de Paul. Este año, la celebración fue un testimonio de unidad, fe y tradiciones renovadas, destacándose la inédita inclusión de varias jovenes que cada noche representó a la reina de las festividades, un gesto que simboliza el empoderamiento femenino, la participación activa de las nuevas generaciones en la vida eclesial.

Durante los nueve días de festividades, la Parroquia vivió un ambiente de oración, reflexión y alegría, en el que la joven reina tuvo un papel destacado. Este hecho marcó un paso importante hacia la inclusión de mujeres en roles significativos dentro de la liturgia, abriendo nuevas posibilidades para el futuro de la Iglesia en la comunidad.
Monseñor Faustino Burgos, en su homilía, reflexionó sobre el sacramento del gran monje Vasco, mencionando a las tres serpientes de la Biblia: una del profeta Isaías, una de la carta de San Pablo a los Corintios, y las enseñanzas que nos trae San Mateo. Habló de la paz como un don de Dios que no solo significa la ausencia de guerra, sino una seguridad profunda que tiene el creyente en el Señor, invitando a todos los presentes a vivir la paz como una virtud cristiana que debe ser trabajada y cultivada en la vida cotidiana.
El prelado estuvo acompañado por los Sacerdotes P. Pelagio Taveras, P. Antoine Yocelyn, P.Dumy Delisca, P.Samuel Renald, P. Tulio Cordero, P. Domini Destine, P. Ricardo de la Rosa y el Diácono Manuel Rodríguez quien leyó el Evangelio. Juntos celebraron la vida y obra de San Vicente de Paúl, destacando su dedicación a los pobres, los marginados, y su incansable trabajo por la paz, el cual sigue siendo una inspiración para todos los fieles.
Monseñor Burgos recordó que San Vicente, como un verdadero evangelizador, se dedicó a hacer visibles a los más olvidados, los pobres, los necesitados, viendo en cada uno de ellos la imagen de Dios. Esta reflexión fue un llamado a la comunidad a seguir el ejemplo de San Vicente, trabajando con valentía, compasión por la paz, la dignidad de cada ser humano.
El evento fue un éxito rotundo, no solo por la profundidad espiritual de la misa, sino también por el ambiente de alegría, fraternidad que se vivió entre los participantes, quienes pudieron compartir en comunidad el compromiso de seguir el legado de San Vicente de Paúl, promoviendo un mensaje de amor y solidaridad.
La inclusión de las reinas en la Eucaristía ha sido un claro recordatorio de que la Iglesia está en constante evolución, buscando siempre la inclusión, el reconocimiento de todos los miembros de la comunidad. Así mismo Monseñor realizó el Sacramento de la Confirmación a siete adultos, motivando los a integrarse a la comunidad .