

Nueva York. – En una edición profundamente conmovedora de su programa Devocionales por Nelly Tavarez, transmitido por la emisora Semillas de Fe, la destacada evangelista abordó el estrés cotidiano y espiritual desde una óptica bíblica y transformadora, inspirada en el libro “Controla tu estrés, controla tus temores” de la autora cristiana Deborah Smith.
El espacio giró en torno a un testimonio personal de Smith, en el que una simple situación —perder las llaves del auto antes de una cita médica— se convirtió en una oportunidad para ejercitar la fe, confiar en Dios y recordar que Él está presente incluso en lo que parece trivial.
“Perdí las llaves del carro… y encontré a Dios entre el caos”, expresó Smith en su relato, recordando que, tras orar, buscar ayuda y mantener una actitud positiva, las llaves aparecieron. Para ella, el mensaje fue claro: Dios también está en los pequeños detalles.
La conductora del espacio devocionales utilizó esta experiencia como punto de partida para reflexionar sobre cómo el afán, la mala planificación, el desorden diario y los comportamientos autodestructivos son fuentes comunes de estrés, muchas veces evitables. “Somos a veces nuestros peores enemigos. Hay que simplificar, organizar y confiar en que si Dios lo permite, es por un propósito”, afirmó.
También compartió otro testimonio de la misma autora sobre una relación sentimental que terminó abruptamente, y cómo años después, esa aparente pérdida se reveló como una bendición. “Dios sabe por qué dice que no”, explicó la predicadora. “Insistir en lo que Él no ha ordenado solo trae frustración”.
La transmisión incluyó enseñanzas prácticas y principios bíblicos, incluyendo la historia del rey Josafat, quien al enfrentar una amenaza de guerra, decidió buscar a Dios en lugar de actuar con desesperación. “Dios quiere que nos posicionemos con fe, no que reaccionemos con pánico”, expresó la comunicadora cristiana.
El programa concluyó con un llamado a la audiencia a confiar, a orar y a mantener una mentalidad disciplinada, citando Romanos 8:28: “A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”.