

Por: Esmirna Gómez.-
Santo Domingo Este.– En un ambiente cargado de fe y de fraternidad, la comunidad parroquial de San Vicente de Paúl celebró este jueves el octavo día de sus Fiestas Patronales con una solemne Eucaristía concelebrada y presidida por el Padre Alejandro Valera, párroco y Vicario General de la nueva Diócesis Stella Maris.
La misa estuvo acompañada por los sacerdotes Pelagio Tavárez, Antoine Yocelyn y Samuel Renald, quienes junto al pueblo fiel dieron realce a una celebración que se distinguió por su fervor, y por la riqueza de la liturgia, cuidadosamente preparada por la comunidad.
Durante la homilía, el padre Valera expresó con profunda emoción :
“En esta parroquia vicentina se siente algo muy especial, un clima que nos invita al descanso, a la alegría. La Eucaristía es ese pan que se ofrece a nuestros corazones cansados, nos conduce a la esperanza en Cristo”.

El sacerdote reflexionó sobre el pasaje de los discípulos de Emaús, destacando cómo ellos reconocieron al Señor al partir el pan, cómo hoy también los fieles están llamados a descubrir a Jesús en medio de sus alegrías, fracasos. “Cada uno de nosotros trae su realidad: dolor, tristeza o cansancio. Pero al sentarnos a la mesa Eucarística, el Señor se nos ofrece con gratuidad, convirtiéndose en alimento de vida y esperanza”, afirmó.
Valera recordó que este pan no solo sacia el hambre espiritual, sino que convierte a los cristianos en testigos vivos de la presencia de Cristo en un mundo que necesita fe, consuelo.
“El Señor nos invita a ser pan para el hambriento, testimonio de amor para el que se siente perdido, y esperanza para aquellos que caminan sin rumbo, como los discípulos de Emaús”.

La celebración concluyó con un ambiente de júbilo y acción de gracias, resaltando la importancia de las Fiestas Patronales como un espacio de encuentro comunitario, de renovación espiritual, de sinodalidad y de compromiso con la fe.
Con cada día que avanza, las Fiestas Patronales de San Vicente de Paúl van dejando huellas en los corazones de los fieles, recordando que Cristo Resucitado se hace presente en el partir del pan ,en la vida compartida en comunidad.